Preparar queso casero es una forma simple y deliciosa de tener un producto fresco, sin conservantes y hecho por vos mismo.
Lo mejor es que con esta receta, vas a poder obtener hasta 3 kilos de queso usando solo 1 litro de leche. Ideal para acompañar tus comidas o disfrutar como un snack.

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Este método es súper fácil, y solo necesitás algunos ingredientes básicos. El resultado será un queso suave, delicioso y perfecto para cualquier ocasión. ¡Manos a la obra!
Ingredientes
- 1 litro de leche entera (puede ser fresca o de caja)
- 200 gramos de maicena (fécula de maíz)
- 4 cucharadas grandes de manteca
- 300 gramos de queso mozzarella o similar
- Sal a gusto (opcional)
- Licuadora
- Sartén grande
Preparación
- Colocá el litro de leche entera en la licuadora. Añadí los 200 gramos de maicena y las 4 cucharadas colmadas de manteca. Si te gusta un toque salado en tu queso, podés agregar un poco de sal a gusto. Licuá todo hasta que la mezcla sea homogénea y sin grumos.
- Verté la mezcla de la licuadora en una sartén grande y antiadherente. Cociná a fuego medio, removiendo constantemente para evitar que se pegue o se queme. La mezcla empezará a espesar a medida que se calienta. Seguí revolviendo hasta que tenga una textura cremosa.
- Agregá los 300 gramos de queso mozzarella (o un queso similar) cortado en cubitos. Remové hasta que el queso se derrita completamente y se integre bien en la mezcla. Esto le dará al queso una textura suave y elástica. Cociná unos minutos más hasta que la mezcla se despegue fácilmente de los bordes de la sartén.
- Pasá la mezcla cocida a un recipiente o molde de tu elección. Puede ser un molde grande o varios pequeños, según cómo quieras presentar el queso. Dejá que el queso se enfríe a temperatura ambiente y luego refrigeralo durante al menos 2 horas para que se endurezca.
- Después de refrigerar, desmoldá el queso con cuidado. Ya estará listo para cortar y disfrutar en aperitivos, sándwiches o para acompañar cualquier comida.
Consejos:
- Variedad de quesos: Si querés experimentar, probá combinar mozzarella con otros quesos como gouda o cheddar para darle un toque distinto a tu queso casero.
- Textura más firme: Si preferís un queso más firme, podés agregar un poco más de maicena a la mezcla. Esto hará que el queso tenga una consistencia más sólida.
- Sabor extra: Para un sabor más especial, sumale hierbas como orégano o ajo en polvo mientras cocinás la mezcla. Esto le dará un aroma y un gusto más pronunciado.
- Almacenamiento: Guardá el queso en un recipiente hermético en la heladera. Se conserva bien durante aproximadamente una semana.
Con este método, podés disfrutar de un queso casero fácil de hacer, económico y riquísimo.
¡Una opción excelente para tener siempre a mano en tu cocina!