¿Te imaginás un postre que combine la esponjosidad de un bizcochuelo, la cremosidad de un dulce relleno y un exterior crocante que te haga suspirar con cada bocado? El arrollado dulce es exactamente eso.
Este clásico renovado no solo es delicioso, sino que también es fácil de preparar y perfecto para sorprender en cualquier reunión.

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Hoy te enseñamos cómo hacerlo con un toque único: una cubierta bien crocante que hará que todos pidan la receta.
Ingredientes
Para el bizcochuelo:
- 4 huevos.
- 100 g de azúcar.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
- 100 g de harina leudante.
Para el relleno:
- 200 g de dulce de leche repostero.
- 250 ml de crema de leche.
- 2 cucharadas de azúcar impalpable.
Para la cobertura crocante:
- 150 g de almendras, nueces o avellanas tostadas y picadas.
- 50 g de azúcar.
- 1 cucharada de manteca.
Preparación
- Preparar el bizcochuelo: Precalentá el horno a 180 °C. En un bol, batí los huevos con el azúcar y la esencia de vainilla hasta que la mezcla esté bien aireada y triplique su volumen. Agregá la harina tamizada poco a poco, integrándola con movimientos envolventes. Verté la preparación en una placa rectangular con papel manteca y horneá durante 10-12 minutos o hasta que esté levemente dorado.
- Formar el rollo: Apenas saques el bizcochuelo del horno, desmoldalo sobre un paño limpio y húmedo. Retirá con cuidado el papel manteca, enrollá el bizcochuelo junto con el paño y dejalo enfriar para que mantenga su forma.
- Preparar el relleno: Batí la crema de leche con el azúcar impalpable hasta que quede firme. Desenrollá el bizcochuelo, untalo primero con el dulce de leche y luego esparcí la crema batida de manera uniforme. Volvé a enrollarlo con cuidado para que no se rompa.
- Hacer la cobertura crocante: En una sartén, derretí la manteca junto con el azúcar. Cuando empiece a caramelizar, añadí las almendras, nueces o avellanas tostadas y mezclá bien hasta que estén cubiertas de caramelo. Extende la mezcla sobre una superficie enmantecada, dejala enfriar y luego triturala ligeramente para que quede crocante.
- Cubrir el arrollado: Untá una fina capa de dulce de leche sobre el exterior del arrollado para que se adhiera bien la cobertura crocante. Espolvoreá con la mezcla de frutos secos caramelizados y presioná suavemente para fijarla.
- Refrigerar: Dejá el arrollado en la heladera por al menos 2 horas para que se asienten los sabores y sea más fácil cortarlo.
Consejos:
- Podés reemplazar los frutos secos por coco rallado tostado si buscás un sabor diferente.
- Para darle un toque fresco, podés añadir rodajas finas de frutillas o duraznos en el relleno.
- Acompañalo con un café o té y disfrutá de un postre que combina texturas y sabores a la perfección.
¡Este arrollado dulce crocante será el éxito de cualquier sobremesa!
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