Las papas son uno de los ingredientes más versátiles y queridos en cualquier cocina.
Ya sea para hacer papas fritas, guisos o tortillas, su sabor y textura las convierten en un clásico infaltable.
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Sin embargo, a veces no alcanzamos a usarlas antes de que se pongan blandas o empiecen a brotar.
Congelar papas es una excelente forma de evitar desperdicios y tener siempre a mano una opción rápida y deliciosa para cocinar.
A continuación, te explicamos cómo hacerlo de forma sencilla para que conserven su sabor y textura.
Pasos para congelar papas y mantenerlas perfectas
- Pelar las papas:
Lavá bien las papas y retirá la cáscara con un pelador o cuchillo. Podés dejarlas con piel si lo preferís, pero asegurate de limpiarlas a fondo. - Cortarlas al gusto:
Decidí cómo las vas a usar. Podés cortarlas en bastones para papas fritas, en cubos para guisos o en rodajas para tortillas. El corte dependerá del uso que quieras darles. - Escaldarlas:
Herví agua en una olla grande y cociná las papas durante 3 minutos. Este paso es clave para que no se pongan negras al congelarlas. No te saltees este paso, ya que también ayuda a conservar su textura. - Enfriarlas y secarlas:
Retiralas del agua caliente y pasalas a un bol con agua fría o bajo un chorro de agua. Luego, colocalas sobre papel de cocina y secá bien cada trozo. Esto evitará que se formen cristales de hielo al congelarlas. - Empacar y congelar:
Distribuí las papas en bolsas herméticas o recipientes aptos para el freezer. Retirá todo el aire posible para evitar que se quemen con el frío. Etiquetá las bolsas con la fecha para tener control de cuánto tiempo llevan congeladas.
¿Se pueden congelar papas crudas?
Si bien es posible congelar papas crudas, no es lo más recomendable. Las papas crudas pierden sabor y se vuelven aguadas al descongelarse. Para mejores resultados, es preferible escaldarlas antes de llevarlas al freezer.
Si querés congelar papas crudas, pelalas, córtalas y colocalas en bolsas al vacío o recipientes bien cerrados. Aunque este método puede funcionar, no garantiza la misma textura que el escaldado.
Cómo congelar papas fritas o listas para saltear
Si preferís tener papas listas para freír o saltear, seguí estos pasos:
- Cortá las papas en bastones o rodajas.
- Dejalas en agua con sal y un chorrito de vinagre para que no se oxiden.
- Freí parcialmente las papas en aceite caliente hasta que estén apenas doradas.
- Colocalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- Congelá en bandejas: disponé las papas en una bandeja con papel film y llevá al freezer. Una vez que estén firmes, pasalas a bolsas herméticas.
- Freí directamente del congelador sin necesidad de descongelarlas. Quedarán crujientes y doradas.
Congelar papas en guisos o estofados
Si estás preparando un guiso y pensás congelarlo, lo mejor es añadir las papas al momento de recalentar.
Las papas tienden a perder textura cuando se congelan en guisos, lo que puede hacer que el plato quede pastoso.
Ventajas de congelar papas
- Menos desperdicio: evitás tirar papas que están por arruinarse.
- Ahorro de tiempo: tenés papas listas para cualquier preparación.
- Versatilidad: podés usarlas para fritas, guisos o tortillas sin complicaciones.
Congelar papas de forma correcta te permitirá aprovechar al máximo este alimento esencial.
Seguí estos pasos y tendrás papas listas para cocinar en cualquier momento, ahorrando tiempo y evitando desperdicios.