El árbol de jade, también conocido como Crassula ovata o “planta del dinero”, es una de las suculentas más queridas por su resistencia, su belleza y su fama de atraer prosperidad y buena energía.
Sus hojas carnosas y brillantes, de color verde intenso con bordes rojizos, le dan un aspecto ornamental ideal para interiores, balcones y terrazas.

Te recomendamos: ¡Es oro para el crecimiento de tus plantas! Una taza es suficiente para hacer estallar muchas flores
Además, requiere muy pocos cuidados y puede vivir muchos años, convirtiéndose casi en un pequeño árbol en miniatura.
Cómo cuidar y mantener un árbol de jade saludable
Esta planta necesita buena iluminación para desarrollarse correctamente.
Lo ideal es colocarla en un lugar donde reciba varias horas de luz solar indirecta al día, cerca de una ventana orientada al norte o al oeste.
En los meses cálidos puede permanecer en el exterior, siempre protegida del exceso de sol directo y del frío intenso.
En invierno, debe mantenerse a una temperatura mínima de 10 °C.
En cuanto al riego, el árbol de jade no necesita mucha agua. Se debe regar solo cuando la capa superficial del sustrato esté completamente seca.
En verano bastará con hacerlo una o dos veces por semana, y en invierno, apenas cada quince o veinte días.
El exceso de agua es una de las causas más comunes de hojas amarillas y raíces podridas.
El sustrato ideal debe ser ligero y drenante, una mezcla de tierra para suculentas con arena gruesa o perlita.
También es importante usar macetas con orificios de drenaje para evitar la acumulación de humedad.
Cómo propagar el árbol de jade fácilmente
Una de las grandes ventajas de esta planta es lo sencillo que resulta multiplicarla.
Existen dos métodos eficaces: por esquejes de tallo y por hojas.
Por esquejes de tallo:
-
Cortá con una tijera limpia una rama sana con al menos dos nudos.
-
Quitá las hojas inferiores dejando algunas en la parte superior.
-
Dejá secar el corte durante un par de días para que cicatrice.
-
Colocá el esqueje en un recipiente con agua hasta que desarrolle raíces.
-
Trasladalo a una maceta con sustrato para suculentas y regá suavemente.
Por hojas:
-
Elegí hojas jóvenes y firmes, preferiblemente de las ramas más externas.
-
Dejalas secar al aire unos días hasta que el extremo cortado se endurezca.
-
Insertá las hojas verticalmente en tierra húmeda y bien aireada.
-
En pocas semanas aparecerán pequeñas raíces y brotes nuevos.
Ambos métodos funcionan muy bien, aunque los esquejes de tallo crecen más rápido y permiten obtener plantas más grandes en menos tiempo.
Problemas comunes y cómo resolverlos
El árbol de jade es una planta fuerte, pero puede presentar algunos signos de estrés si no se cuida adecuadamente.
Si las hojas se tornan amarillas o blandas, lo más probable es que esté recibiendo demasiada agua.
En ese caso, conviene espaciar los riegos y asegurarse de que el sustrato drene correctamente.
Si los bordes de las hojas se vuelven rojizos, no es un problema: significa que la planta recibe buena luz solar.
En cambio, si pierde hojas con frecuencia, puede deberse a un cambio brusco de temperatura o a falta de luz.
También puede verse afectada por la cochinilla, que aparece como pequeños puntos blancos o algodonosos debajo de las hojas.
Se eliminan fácilmente limpiando con un algodón empapado en alcohol o con un insecticida natural a base de aceite de neem.
Por qué tener un árbol de jade en casa
Además de ser una planta decorativa y de bajo mantenimiento, el árbol de jade es conocido por atraer prosperidad y armonía según el feng shui.
Se dice que promueve la energía positiva y simboliza el crecimiento, la abundancia y la buena suerte en los nuevos comienzos.
Tenerlo en casa o en la oficina no solo embellece el ambiente, sino que también aporta un toque de serenidad y equilibrio.
Con unos cuidados simples y algo de paciencia, esta planta puede acompañarte durante años, creciendo lentamente hasta convertirse en un símbolo de bienestar y fortuna duradera.
Raza Italiana Cosas de la terra nostra