Estos bocaditos helados de yogur con chips de chocolate son una opción deliciosa, fresca y saludable para disfrutar en cualquier momento del día.
Son fáciles de preparar, no requieren horno y se conservan perfectamente en el freezer, ideales para los días de calor o para cuando querés un snack dulce sin culpa.

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Ingredientes
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500 g de yogur natural o de vainilla (puede ser griego o común)
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3 cucharadas de miel o azúcar impalpable (ajustar a gusto)
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1 cucharadita de esencia de vainilla
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100 g de chips de chocolate o trocitos de chocolate semiamargo
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Moldes de silicona pequeños o una cubetera
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Papel manteca (opcional)
Preparación
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En un bol grande, colocá el yogur y mezclalo con la miel (o azúcar) y la esencia de vainilla. Revolvé bien hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea.
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Agregá los chips de chocolate y mezclá suavemente para que se distribuyan de forma pareja. Si querés un toque distinto, podés usar trozos de chocolate blanco o nueces picadas.
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Verté la mezcla en los moldes de silicona o en una cubetera. Si no tenés, podés usar una bandeja con papel manteca y formar pequeñas porciones con una cuchara.
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Alisá la superficie con una espátula o golpeá suavemente el molde sobre la mesa para eliminar burbujas de aire.
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Llevá al freezer por al menos 3 horas o hasta que estén completamente firmes.
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Una vez congelados, desmoldá los bocaditos y guardalos en una bolsa o recipiente hermético dentro del freezer para mantener su textura.
Tips y consejos:
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Si querés una versión más cremosa, mezclá el yogur con 100 ml de crema de leche antes de agregar los chips.
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Para una opción sin azúcar, usá yogur endulzado con stevia y chips de chocolate sin azúcar.
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Podés hacerlos con yogur de frutilla, durazno o coco para variar los sabores.
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Si se te pegan al molde, dejalos unos segundos a temperatura ambiente y saldrán fácilmente.
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También podés cubrirlos con una fina capa de chocolate derretido antes de volver a congelar: quedan crocantes por fuera y suaves por dentro.
Estos bocaditos helados son perfectos para servir como postre liviano, acompañar el café o disfrutar a media tarde.
Son refrescantes, dulces y con el toque justo de chocolate. Un snack simple, rápido y delicioso que vas a querer tener siempre a mano.
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