Preparar tus propias masas en casa es una excelente forma de lograr resultados más frescos, sabrosos y adaptables a cualquier tipo de relleno.
Estas cuatro recetas te ofrecen distintas opciones: desde la clásica masa 9-6-9 hasta una versión integral con semillas.

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Con ingredientes simples y pasos claros, vas a poder disfrutar masas perfectas para tartas dulces o saladas.
Masa 9-6-9
Ingredientes
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9 cucharadas bien llenas de harina 000
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1 cucharadita de sal
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9 cucharadas de agua
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6 cucharadas de aceite vegetal
Preparación
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En un bowl, colocá la harina y la sal.
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Agregá el agua y mezclá hasta que empiece a integrarse.
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Incorporá el aceite y continuá mezclando hasta obtener una masa homogénea.
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Pasá la masa a la mesada enharinada y estirá con un palo hasta alcanzar el grosor deseado.
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Forrá una tartera de 24 cm y cociná en horno precalentado a 180 °C. Horneá unos minutos si la vas a volver a cocinar con relleno, o hasta que esté dorada si el relleno no requiere cocción.
Tips y consejos:
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Ideal para tartas saladas, empanadas o bases livianas.
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Podés usar harina leudante si querés una textura más esponjosa.
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Dejala reposar 10 a 15 minutos antes de estirarla para que se relaje la masa.
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Pincelarla con aceite antes del horno da un dorado parejo.
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Se puede congelar en bollo o estirada, envuelta en film.
Masa quebrada
Ingredientes
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250 g de harina 0000
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½ cucharadita de sal
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125 g de manteca fría
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60 ml de agua
Preparación
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Tamizá la harina y mezclala con la sal en un bowl.
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Agregá la manteca fría en cubos y frotá con las puntas de los dedos hasta obtener una textura arenosa.
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Incorporá el agua de a poco hasta formar un bollo sin amasar demasiado.
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Envolvelo en film y dejá reposar en la heladera durante 10 minutos.
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Estirá la masa hasta 3 o 4 mm de espesor y forrá la tartera.
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Pinchá la base con un tenedor y horneá a 180 °C hasta dorar o precociná si el relleno se hornea después.
Tips y consejos:
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Trabajá rápido para que la manteca no se derrita.
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Si la masa se retrae en el horno, necesitaba más reposo.
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Es perfecta para quiches o tartas dulces.
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Reposarla ya estirada evita que se encoja.
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Podés añadir una cucharada de azúcar para usarla en postres.
Masa quebrada con aceite de oliva (sin manteca)
Ingredientes
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200 g de harina 0000
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1 cucharadita de sal
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50 ml de aceite de oliva
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70 ml de agua fría
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2 yemas
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1 cucharada de leche
Preparación
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En un bowl, mezclá harina, sal y aceite hasta conseguir una textura arenosa.
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Incorporá el agua fría y uní sin amasar, solo presionando con las manos hasta formar un bollo.
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Estirá la masa y forrá una tartera de 20 a 24 cm.
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Cubrí con film o colocá la tartera en una bolsa y llevá al freezer durante 1 hora.
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Horneá en horno precalentado a 180 °C durante 20 minutos.
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Mezclá las yemas con la leche y pincelá la superficie.
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Llevá nuevamente al horno por 7 minutos para sellar y darle color.
Tips y consejos:
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Ideal si preferís una masa más liviana y con sabor suave a oliva.
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Perfecta para tartas de verduras, cebolla o ricota.
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El pincelado con yema y leche impermeabiliza la base.
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Podés aromatizarla con hierbas secas como orégano o romero.
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Si querés una textura más crocante, aumentá un poco la temperatura del horno en los últimos minutos.
Masa integral
Ingredientes
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400 g de harina integral
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1 cucharada de sal
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5 cucharadas de mix de semillas crudas (opcional)
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80 ml de aceite de oliva
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150 a 200 ml de agua
Preparación
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En un bowl grande, colocá la harina, la sal y las semillas.
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Hacé un hueco en el centro, agregá el aceite y parte del agua.
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Incorporá el resto del agua de a poco hasta obtener una masa blanda pero firme.
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Dejá reposar 20 minutos para que la fibra se hidrate.
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Estirá, forrá una tartera y cociná en horno precalentado a 180 °C según el tipo de relleno.
Tips y consejos:
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Precociná la masa unos 15 minutos si vas a volverla al horno con el relleno.
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Cociná entre 25 y 30 minutos para bases que no se vuelvan a hornear.
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Colocarla en el piso del horno al principio asegura una base firme.
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Usar harina integral gruesa da un sabor más rústico.
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Las semillas aportan textura y valor nutritivo.
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Ideal para tartas de vegetales, legumbres o rellenos livianos.
Con estas cuatro recetas básicas vas a poder preparar desde masas clásicas y crujientes hasta opciones más saludables e integrales.
Son fáciles, rendidoras y perfectas para disfrutar de tartas y quiches caseras con todo el sabor y la textura que solo una masa hecha en casa puede ofrecer.
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