Este pan salado es ideal para una mesa festiva o una picada diferente.
Su masa queda suave, esponjosa y con un dorado pare parejo, mientras que el interior combina el sabor del queso fundido con trocitos de jamón que se mezclan perfectamente.

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Su forma en corona lo vuelve vistoso y perfecto para compartir, además de muy fácil de cortar y servir.
Ingredientes
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2 tazas de premezcla sin TACC (apta para pan o pizza)
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1 sobre de levadura seca (10 g)
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1 cucharada de azúcar
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1 cucharadita de sal
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2 huevos
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½ taza de leche tibia
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¼ taza de aceite
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150 g de jamón cocido picado
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150 g de queso en cubos (mozzarella, tybo o similar)
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½ taza de morrón rojo picado
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½ taza de aceitunas verdes en rodajas
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Hojitas de perejil (opcional)
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Azúcar impalpable para espolvorear (muy poquita, opcional)
Preparación
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En un bowl mezclá la premezcla sin TACC, la levadura, el azúcar y la sal. Hacé un hueco en el centro.
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Sumá los huevos, la leche tibia y el aceite. Integrá primero con cuchara y luego amasá hasta formar una masa suave. Si la ves muy pegajosa, agregá apenas un poco más de premezcla.
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Amasá unos minutos hasta lograr una textura lisa. Tapá y dejá reposar 30 minutos para que tome elasticidad.
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Estirá la masa en forma de rectángulo, dejando un grosor parejo. Distribuí encima el jamón, el queso en cubos, el morrón picado y las aceitunas.
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Enrollá desde el lado más largo para formar un cilindro bien firme. Sellá los bordes con los dedos.
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Pasá el rollo a una bandeja y cerralo en forma de aro, uniendo las puntas para formar una corona.
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Hacé cortes equidistantes alrededor sin llegar a la base, abriendo levemente cada sección para que se vea el relleno.
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Dejá levar 20 a 30 minutos sobre la bandeja tapada, para que tome volumen.
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Llevá a horno precalentado a 180 °C y cociná entre 25 y 35 minutos, hasta que esté dorado y el queso bien derretido.
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Retirá del horno, espolvoreá apenas con azúcar impalpable si deseás lograr un contraste suave y decorá con perejil picado.
Consejos:
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Si querés una masa más húmeda, agregá una cucharada extra de aceite.
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Para que los cortes queden prolijos, usá un cuchillo bien afilado y hacelos antes del levado final.
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El queso mozzarella es el que más funde, pero podés combinarlo con uno más firme para mayor sabor.
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Si preferís un toque más intenso, sumá aceitunas negras o un poco de panceta picada.
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Para que no se abra demasiado en el horno, asegurate de sellar bien el rollo antes de formar la corona.
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Podés pintar la superficie con huevo batido para obtener un color más brillante.
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Si usás premezcla sin TACC, evitá manipular demasiado la masa para que no pierda estructura.
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Se conserva muy bien envuelto en film o dentro de un recipiente hermético.
Este pan salado es rendidor, aromático y perfecto para compartir en reuniones o como centro de una mesa especial.
Su combinación de sabores y su presentación lo convierten en una receta ideal para lucirte sin complicarte.
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