El panettone de cuchara es una versión más húmeda, tierna y suave del clásico pan dulce, ideal para quienes prefieren una textura esponjosa que se disfrute sin necesidad de cortar rebanadas firmes.
Esta preparación combina masa aireada, manteca, frutas abrillantadas y un toque de vainilla, dando como resultado un panettone húmedo y aromático, perfecto para las fiestas o para acompañar un café bien calentito.

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Ingredientes
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500 g de harina
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150 g de azúcar
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200 ml de leche
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100 g de manteca
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3 huevos
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10 g de levadura fresca
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300 g de frutas abrillantadas
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1 cucharada de esencia de vainilla
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Una pizca de sal
Preparación
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En un bol amplio, mezclá la harina junto con el azúcar y la pizca de sal. Integrá apenas para que los ingredientes secos queden bien distribuidos.
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En un recipiente aparte, calentá ligeramente la leche —solo tibia, no caliente— y disolvé la levadura fresca hasta que no queden grumos.
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Volcá esa mezcla de leche sobre los ingredientes secos y comenzá a integrar con una cuchara o espátula.
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Incorporá los huevos junto con la manteca derretida, mezclando hasta lograr una masa suave y pegajosa. No hace falta amasar como un pan tradicional: la idea es obtener una preparación más fluida.
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Agregá las frutas abrillantadas y la esencia de vainilla. Mezclá hasta que se distribuyan de manera pareja por toda la masa.
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Colocá papel manteca en un molde alto tipo pan dulce y verté toda la mezcla dentro, emparejando la superficie.
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Tapá el molde con un repasador y dejá levar durante 1 hora en un lugar cálido. La masa debe aumentar su tamaño y volverse más aireada.
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Encendé el horno a 180 °C y horneá entre 30 y 40 minutos, hasta que la superficie quede dorada y firme al tacto.
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Retirá del horno, dejá enfriar y servilo directamente con cuchara, aprovechando su textura húmeda y esponjosa.
Tips y consejos:
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Para un panettone más húmedo, podés agregar una cucharada adicional de manteca a la mezcla.
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Las frutas abrillantadas se pueden mezclar con una cucharadita de harina para que no se vayan todas al fondo.
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Si querés un aroma más intenso, sumá ralladura de naranja o limón.
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La levadura debe activarse con leche tibia, nunca caliente, para que leve correctamente.
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No amases: este panettone se mezcla, no se trabaja como un pan tradicional.
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Podés reemplazar parte de las frutas por pasas, chips de chocolate o nueces.
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Si querés una superficie más brillante, pincelá con un poco de huevo antes de hornear.
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Para conservarlo tierno, guardalo en un recipiente hermético una vez frío.
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Queda espectacular acompañado con crema inglesa o un toque de dulce de leche.
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Si ves que se dora demasiado rápido, cubrilo con papel aluminio y seguí horneando.
Este panettone de cuchara es una alternativa suave y esponjosa, ideal para disfrutar con sabores tradicionales y una textura que se desarma en cada bocado.
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