Las moscas domésticas parecen inofensivas: pequeñas, rápidas y molestas, pero fáciles de espantar.
Sin embargo, lo que ocurre cada vez que una de ellas se posa sobre tu comida es bastante más desagradable de lo que imaginamos.

Te recomendamos: Escorpiones Venenosos: ¿Todos Son Peligrosos?
Detrás de ese simple contacto hay un proceso biológico que involucra microbios, sustancias digestivas y restos contaminantes que pueden afectar tu salud sin que te des cuenta.
A continuación te explico, de forma clara y completa, qué sucede exactamente cuando una mosca se posa sobre los alimentos y por qué conviene evitarlo siempre que sea posible.
Las moscas no muerden: “vomitan” para comer
Las moscas no pueden masticar. No tienen mandíbulas, sino una probóscide (esa especie de tubito que ves en la imagen) diseñada para succionar líquidos.
¿Qué hacen entonces cuando quieren alimentarse de comida sólida como pan, fruta, carne o cualquier resto humano?
La respuesta es desagradable pero real: regurgitan encima del alimento.
Esa sustancia que expulsan es una mezcla de saliva y enzimas digestivas que descomponen la comida en una especie de “puré líquido” para poder absorberlo.
Aunque lo hacen en pequeñas cantidades, ese proceso ocurre siempre, incluso cuando solo se posan por unos segundos.
Microbios, bacterias y patógenos: todo viaja en sus patas
El verdadero riesgo de las moscas no está solo en su saliva, sino en lo que transportan.
Estos insectos suelen posarse en lugares llenos de microorganismos dañinos:
-
Basura
-
Heces de animales
-
Restos en descomposición
-
Aguas estancadas
-
Comida podrida
En sus patas poseen microganchos y pequeñas almohadillas adhesivas, perfectas para que queden pegados cientos de microorganismos invisibles.
Al tocar tu comida, los depositan ahí en cuestión de segundos.
Entre las bacterias que una mosca puede transportar se encuentran:
-
Salmonella
-
E. coli
-
Shigella
-
Estafilococos
-
Hongos y levaduras
Estas bacterias pueden causar desde diarrea y malestar estomacal hasta infecciones más serias, especialmente en personas de edad avanzada, niños o quienes tengan defensas bajas.
Lo peor: también pueden defecar mientras comen
Sí, así de directo: las moscas defecan con frecuencia. Su metabolismo es rápido y cada vez que se posan, existe la posibilidad de que dejen pequeñas heces microscópicas sobre la superficie del alimento.
Estas partículas no se ven, pero pueden contener una carga bacteriana importante.
¿Hay que tirar la comida si una mosca se posó sobre ella?
Depende del tiempo y del tipo de alimento:
-
Si estuvo apenas uno o dos segundos, el riesgo existe pero es menor.
-
Si se quedó varios segundos o volvió varias veces, la probabilidad de contaminación aumenta mucho.
-
Los alimentos húmedos, como frutas cortadas, salsas, carnes o comidas calientes, absorben bacterias más rápido.
-
Los alimentos secos, como pan o galletas, retienen menos humedad pero igual pueden contaminarse.
En general, si tenés dudas, conviene no consumirlo, especialmente si son alimentos de alto riesgo.
Cómo reducir el riesgo en casa
-
Mantené la cocina limpia y sin restos de comida expuestos.
-
Tapá siempre los platos, aunque sea con un repasador o un film.
-
Sacá la basura con frecuencia.
-
Evitá dejar frutas demasiado maduras al aire libre.
-
Usá mosquiteros si entran muchas moscas a tu casa.
Cuando una mosca se para sobre tu comida, no es solo una molestia: regurgita enzimas digestivas, deposita bacterias en sus patas y puede dejar heces microscópicas.
Aunque no siempre enferma, el riesgo existe y aumenta según el tiempo y el tipo de alimento.
Mantener los alimentos tapados y la cocina limpia es clave para evitar problemas.
Las moscas son parte de la naturaleza, pero su contacto con nuestra comida es mejor evitarlo siempre que sea posible.
Raza Italiana Cosas de la terra nostra