Mantener el jardín libre de plagas es un desafío constante, sobre todo cuando se trata de cucarachas, insectos que encuentran con facilidad lugares húmedos y oscuros para reproducirse.
Aunque muchos recurren a plantas como aliados naturales, no todas resultan beneficiosas.
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Algunas, por el contrario, pueden convertirse en un imán para estos bichos indeseados.
1- El jazmín puede atraer cucarachas en espacios húmedos
El jazmín es conocido por su belleza y su perfume intenso, pero puede ser contraproducente si el objetivo es evitar plagas.
Sus flores desprenden un aroma dulce que, aunque agradable para las personas, puede atraer cucarachas y hormigas.
Cuando se lo ubica en sectores húmedos del patio o en rincones con poca luz, ofrece un entorno ideal para la proliferación de insectos.
Para disfrutar de esta planta sin inconvenientes, conviene tenerla en exteriores con sol directo y buena circulación de aire, reduciendo así el riesgo de que se convierta en un refugio para plagas.
2- Las begonias y el riesgo de humedad en interiores
Las begonias suelen ser muy populares como plantas de interior gracias a su resistencia y aspecto vistoso.
Sin embargo, su necesidad de riego frecuente y de un ambiente húmedo crea condiciones propicias para la aparición de cucarachas.
El exceso de agua en el sustrato, sumado a la acumulación de humedad en los platos de las macetas, favorece la aparición de hongos y pequeños insectos que sirven de alimento a las cucarachas.
Para conservarlas sin inconvenientes, es preferible ubicarlas en el exterior, controlar los riegos y evitar que el agua quede estancada.
3- La hiedra, un escondite perfecto para cucarachas
La hiedra es una planta trepadora ideal para cubrir muros o pérgolas, pero puede transformarse en un problema si lo que se busca es evitar cucarachas.
Su follaje tupido genera múltiples escondites donde estos insectos pueden refugiarse durante el día y salir de noche en busca de comida.
Al crecer con rapidez, también dificulta el control y la limpieza, lo que agrava la situación.
Para mantenerla, es fundamental podarla de manera regular, revisar los rincones donde se expande y, si ya hay señales de plagas, considerar reemplazarla por especies menos propensas a convertirse en guaridas de cucarachas.
Tips y consejos:
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Evitá el exceso de humedad en el jardín, ya que es el principal atractivo para las cucarachas.
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Controlá que las macetas no acumulen agua en sus platos.
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Si tenés plantas trepadoras, mantenelas podadas y con ventilación suficiente.
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Elegí especies aromáticas que resultan repelentes, como la lavanda, la menta o el romero, que ayudan a mantener alejados a distintos insectos.
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Revisá periódicamente los rincones del patio o balcón para detectar signos de plagas a tiempo.
En conclusión, no todas las plantas son aliadas para mantener el jardín libre de cucarachas.
Identificar cuáles pueden atraerlas es el primer paso para prevenir su presencia y lograr un espacio verde más saludable y seguro.