Si estás buscando una forma distinta y deliciosa de preparar arvejas, esta receta es ideal. Con pocos ingredientes y en solo unos minutos, podés transformar unas simples arvejas congeladas en una guarnición sabrosa que combina perfectamente con todo tipo de platos principales.
El secreto está en el ajo dorado y la manteca, que le aportan un aroma irresistible y un sabor profundo.
Las arvejas no solo son ricas en proteínas y fibra, sino que también son muy versátiles. Con esta preparación, lográs que queden bien tiernas, con un toque cremoso y ese punto justo de sabor que las vuelve protagonistas en cualquier mesa.
Ingredientes
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2 bolsas de arvejas congeladas (12 oz / 340 g cada una) 
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6 cucharadas de manteca 
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10 dientes de ajo, pelados 
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Sal y pimienta negra a gusto 
Cómo hacer arvejas salteadas con ajo y manteca
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Cocinar las arvejas: Colocá las arvejas congeladas en una olla con abundante agua hirviendo y cociná durante 3 a 5 minutos, hasta que estén tiernas pero no pasadas. Colalas bien y reservá. 
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Preparar el ajo: Mientras tanto, en una sartén grande, derretí la manteca a fuego medio. Agregá los dientes de ajo enteros y cocinalos hasta que estén dorados y fragantes. Esto va a tardar unos 5 a 7 minutos. Si preferís un sabor más intenso, podés picarlos antes de agregarlos. 
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Saltear las arvejas: Una vez que el ajo esté listo, incorporá las arvejas a la sartén y saltealas durante unos 5 minutos, mezclando suavemente para que se impregnen bien del sabor del ajo y la manteca. 
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Condimentar: Añadí sal y pimienta negra recién molida al gusto. Probá y ajustá los condimentos si es necesario. 
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Servir caliente: Llevá a la mesa bien calientes, como acompañamiento de carnes, pastas o incluso como plato principal liviano. 
Consejos útiles
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Ajo al gusto: Si bien la receta lleva 10 dientes, podés reducir o aumentar la cantidad según tu preferencia. También podés usar ajo en polvo si estás apurado. 
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Más cremosidad: Para un toque más suave, agregá una cucharada extra de manteca al final o un chorrito de crema. 
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Toque fresco: Un poco de perejil picado al final le aporta color y frescura. 
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Versión más ligera: Podés reemplazar parte de la manteca por aceite de oliva y lograr un resultado más liviano sin perder sabor. 
Una receta fácil, rápida y con ingredientes que seguramente ya tenés en casa. ¡Animate a probar estas arvejas salteadas y convertí una guarnición simple en algo realmente sabroso!
 Raza Italiana Cosas de la terra nostra
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