La masa de hojaldre es una de las preparaciones más versátiles y deliciosas de la pastelería.
Su textura crujiente y sus capas doradas la convierten en la base perfecta para tartas, facturas, empanadas de hojaldre o bocaditos dulces y salados.

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Aunque parece complicada, hay una forma práctica de hacerla en casa sin demasiadas complicaciones, logrando un resultado con capas perfectas y mucho sabor.
Ingredientes
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250 g de harina 0000
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200 g de manteca bien fría
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120 ml de agua helada
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1 cucharadita de sal
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Azúcar para espolvorear (opcional si es para recetas dulces)
Preparación
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Colocar la harina en un bowl grande y añadir la sal.
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Incorporar la manteca fría cortada en cubitos pequeños. Con las manos o con un cornet, desmenuzar la manteca sin integrarla del todo: deben quedar trocitos visibles que darán el efecto hojaldrado.
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Agregar de a poco el agua helada y mezclar hasta formar una masa. No amasar demasiado, solo unir los ingredientes.
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Formar un rectángulo con la masa y envolverla en papel film. Llevar a la heladera durante 30 minutos para que repose.
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Retirar, estirar la masa en forma de rectángulo y doblarla en tres partes, como si fuera un sobre.
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Girar la masa, estirarla nuevamente y repetir el doblado. Este proceso debe hacerse al menos 4 veces, siempre enfriando la masa en la heladera 15 minutos entre doblez y doblez.
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Una vez realizados los pliegues, estirar la masa al grosor deseado según la receta a preparar.
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Para un uso rápido, podés cortar rectángulos y hornearlos directamente a 200 °C hasta que estén dorados y crujientes.
Consejos:
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La manteca debe estar siempre bien fría para lograr capas definidas. Si se ablanda, llevá la masa al freezer unos minutos antes de seguir.
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Usá un palo de amasar enharinado para evitar que la masa se pegue y se rompa.
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Cada vez que dobles la masa, girala 90° para que los pliegues se distribuyan de forma pareja.
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No trabajes demasiado la masa con las manos: el calor puede derretir la manteca y arruinar el hojaldrado.
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Podés congelar la masa ya lista en porciones y usarla cuando la necesites.
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Si es para preparaciones dulces, espolvoreá con un poco de azúcar antes de hornear.
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Para un resultado más crocante, pintá la superficie con huevo batido antes de llevar al horno.
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Un truco extra: podés usar margarina mezclada con manteca para abaratar costos, aunque el sabor será más intenso solo con manteca.
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Horneá siempre en horno fuerte (200 °C o más) para que el hojaldre suba rápido y forme sus capas.
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No pinches la masa si querés que crezca bien; solo hacelo cuando la uses como base de tartas.
Con esta receta sencilla, vas a lograr una masa de hojaldre casera perfecta: liviana, crocante y con capas que se separan al primer bocado.
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