Uno de los problemas más comunes al hornear pan dulce es que el fondo se quema antes de que el interior esté bien cocido.
Esto sucede porque el molde recibe directamente el calor intenso de la base del horno, haciendo que la masa se tueste demasiado por debajo y quede cruda o seca por dentro.

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Sin embargo, hay un truco infalible que usan los panaderos para evitarlo y lograr una cocción pareja y perfecta.
El secreto: una bandeja con agua caliente
El método más eficaz para evitar que el fondo del pan dulce se queme consiste en colocar una bandeja con agua caliente en la parte inferior del horno durante la cocción.
Este simple truco tiene dos efectos:
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Genera vapor, lo que mantiene la humedad dentro del horno y evita que la base del pan dulce se reseque.
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Regula la temperatura del calor inferior, impidiendo que el molde reciba el calor directo de la resistencia o del piso del horno.
Para hacerlo correctamente:
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Precalentá el horno a 180 °C.
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Colocá una bandeja metálica o fuente resistente con agua caliente en la base del horno.
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Encima, en una rejilla o bandeja intermedia, poné los moldes con el pan dulce.
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Horneá normalmente. El vapor también ayudará a que la superficie quede dorada pero suave, sin resecarse.
Otros trucos para lograr pan dulces perfectos
Además del vapor, hay otros secretos que marcan la diferencia al hornear:
1. Usar moldes adecuados
Los moldes de papel para pan dulce son ideales porque distribuyen mejor el calor y permiten una cocción más uniforme.
Si usás moldes metálicos, colocá una bandeja de horno adicional debajo, creando una capa de aire que protege la base del calor directo.
2. Ajustar la temperatura y la ubicación
Horneá siempre en el estante del medio, nunca en la parte inferior.
Si el horno calienta demasiado desde abajo, bajá la temperatura a 170 °C y extendé un poco el tiempo de cocción.
3. Aislar el molde con papel aluminio o sal gruesa
Otro truco casero consiste en colocar una capa de sal gruesa sobre la bandeja del horno antes de apoyar los moldes.
La sal actúa como aislante y distribuye el calor de forma pareja. También podés envolver la base de los moldes con papel aluminio para protegerlos del exceso de temperatura.
4. Evitar abrir el horno
Abrir la puerta del horno antes de tiempo puede causar un descenso brusco de temperatura, afectando la cocción interna y haciendo que el pan se hunda o quede denso.
Esperá al menos 40 minutos antes de revisar.
5. Dejar enfriar correctamente
Una vez listo, colocá el pan dulce sobre una rejilla para que el aire circule por debajo.
Si lo dejás sobre una superficie plana, el vapor condensado humedecerá el fondo y puede arruinar su textura.
Extra: cómo lograr una miga esponjosa y pareja
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Usá manteca y huevos a temperatura ambiente: esto mejora la emulsión de la masa.
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Dale tiempo al levado: el secreto de una buena textura está en dejar que la masa duplique su volumen en cada fermentación.
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Agregá unas gotas de miel o jugo de naranja: además de dar sabor, ayudan a mantener la humedad por más tiempo.
Con estos consejos, tus pan dulces saldrán dorados, esponjosos y con el fondo intacto.
El secreto está en cuidar el calor del horno y la humedad, dos factores que hacen toda la diferencia entre un pan dulce seco y uno perfecto.
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