Estos deliciosos pancitos esponjosos por dentro y crocantes por fuera son un clásico irresistible de la cocina brasileña.
Su textura ligera y su intenso sabor a queso los hacen perfectos para acompañar el mate, el café o como una merienda salada a cualquier hora del día.

Te recomendamos: Cómo hacer el pan de ajo más esponjoso
Ingredientes
-
2 tazas de almidón de yuca (tapioca o fécula de mandioca)
-
1 taza de queso rallado (puede ser mozzarella, parmesano o una mezcla de ambos)
-
½ taza de leche
-
¼ taza de aceite vegetal o manteca derretida
-
1 huevo
-
½ cucharadita de sal
Preparación
-
En una cacerolita, colocá la leche junto con el aceite y la sal. Llevá al fuego hasta que rompa el hervor, luego retirala.
-
En un bol grande, poné el almidón de yuca. Verté la mezcla caliente de leche y aceite sobre él, y mezclá bien con una cuchara hasta que todo el almidón se humedezca.
-
Dejá que la preparación se enfríe unos minutos, lo suficiente para poder manipularla sin quemarte.
-
Agregá el huevo y mezclá hasta integrarlo por completo.
-
Incorporá el queso rallado y comenzá a amasar con las manos hasta lograr una masa suave, algo elástica pero no pegajosa. Si notás que está demasiado seca, podés añadir una cucharada extra de leche.
-
Formá bolitas del tamaño de una nuez o un poco más grandes, dependiendo de cómo te gusten los pancitos.
-
Acomodalas en una placa para horno ligeramente aceitada o con papel manteca, dejando espacio entre cada una.
-
Llevá a horno precalentado a 180 °C y cociná durante 20 a 25 minutos, o hasta que estén infladas y doradas por encima.
Tips y consejos:
-
Si querés una versión más sabrosa, combiná quesos: mitad mozzarella y mitad parmesano o provolone.
-
Para una textura más aireada, podés usar la batidora con gancho amasador o procesadora.
-
Se pueden congelar antes de hornear; luego, solo tenés que llevarlos directamente al horno sin descongelar.
-
Son ideales para comer recién salidos del horno, cuando el queso aún está tibio y el interior es suave y esponjoso.
Crujientes por fuera, tiernos por dentro y con ese inconfundible aroma a queso derretido, estos panes brasileños son una tentación imposible de resistir.
Raza Italiana Cosas de la terra nostra