Con el uso diario, los peines y cepillos acumulan pelos, polvo, grasa del cuero cabelludo y restos de productos como cremas o fijadores.
Si no los limpiás de manera regular, esa suciedad vuelve a tu pelo cada vez que te peinás.
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Por suerte, existe un truco casero rápido y efectivo que permite dejarlos impecables sin necesidad de mojarlos por completo.
Qué necesitás para este truco de limpieza casera
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1 litro de agua caliente
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1 taza de vinagre blanco
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15 gotas de aceite esencial de árbol de té
Paso a paso para limpiar peines y cepillos sin mojarlos
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Primero, retirale todos los pelos acumulados al cepillo o peine. Podés ayudarte con un peine de dientes finos o con una tijera para aflojar los cabellos más enredados.
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Una vez que eliminaste el exceso de pelos, prepará una olla o hervidor de agua para generar vapor. Cuando el agua comience a hervir, sostené el cepillo o peine sobre el vapor durante unos minutos. Si el cepillo es redondo, giralo cada 30 segundos para que el vapor llegue a todos los sectores. Si es plano, colocalo boca abajo y dejalo aproximadamente 2 minutos.
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Mientras tanto, prepará la mezcla de limpieza. En un recipiente, combiná el agua caliente, el vinagre blanco y las gotas de aceite esencial de árbol de té. Este preparado es desinfectante y elimina los malos olores de forma natural.
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Una vez que el cepillo estuvo expuesto al vapor, humedecé un paño limpio o una toallita desinfectante en la mezcla que preparaste.
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Pasá el paño o la toallita por todas las cerdas y por el cuerpo del cepillo, frotando bien en las zonas donde suelen acumularse más residuos.
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Para terminar, dejá secar el cepillo boca abajo sobre un paño seco o una toalla, en un lugar aireado. Evitá que quede húmedo en su base para que no se deformen las cerdas.
Consejos:
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Si el cepillo es de madera o con cerdas naturales, este método es ideal porque no lo sumerge completamente en agua.
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Podés repetir esta limpieza cada 10 o 15 días para mantener tus peines siempre impecables.
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El vinagre ayuda a eliminar bacterias y el aceite de árbol de té potencia el efecto desinfectante, además de dejar un aroma fresco.
Con este truco rápido y natural, tus cepillos van a quedar como nuevos, sin restos de suciedad ni necesidad de productos químicos fuertes.