Nada mejor que celebrar estas fechas patrias con un plato tradicional bien nuestro.
Este guiso de mondongo es una receta sabrosa, rendidora y económica, perfecta para compartir con la familia o los amigos un día frío.

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Con arroz, verduritas y mucho sabor, es una comida completa y bien sustanciosa.
Ingredientes
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1 kg de mondongo desgrasado
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2 cebollas medianas
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2 dientes de ajo
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2 morrones chicos (pueden ser rojos y/o verdes)
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3 zanahorias
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1 lata de arvejas
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Puré de tomate (cantidad necesaria, entre 1 y 1½ tazas)
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300 g de arroz
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Orégano, pimienta, pimentón y sal a gusto
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Aceite (apenas un chorrito para rehogar)
 
Preparación
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Cortá las cebollas en juliana, los morrones en cubos y rallá o cortá las zanahorias en trocitos pequeños. Picá los dientes de ajo o dejalos enteros si preferís. En una olla grande con un chorrito de aceite, rehogá todas las verduras juntas.
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Cociná unos minutos hasta que la cebolla se vea transparente. Agregá el puré de tomate y revolvé para integrar bien todos los sabores.
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Sumá el mondongo ya cocido y cortado en tiras o cubitos. Agregá agua caliente hasta cubrir todos los ingredientes y dejá cocinar unos 15 a 20 minutos a fuego medio para que tome sabor.
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Cuando veas que el mondongo está tierno al pincharlo, incorporá el arroz. Bajá el fuego a medio-bajo y cociná hasta que el arroz esté bien cocido, removiendo cada tanto.
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Si el guiso se espesa demasiado, podés ir agregando un poco más de agua caliente. Salpimentá a gusto y condimentá con orégano, pimentón y un toque de ají molido si te gusta más picante.
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Finalmente, sumá la lata de arvejas y cociná todo junto 5 minutos más antes de servir.
 
Consejos:
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Para que el mondongo quede bien limpio, hervilo primero en agua con sal unos 40 minutos. Después dejalo enfriar, retirale toda la grasa y cortalo en pedazos.
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Podés agregarle papa en cubos, zanahoria extra, chauchas, choclo o las verduras que tengas en casa.
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Si querés un toque más sabroso y potente, sumale unos trocitos de chorizo colorado o salchicha parrillera.
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El guiso rinde mucho, así que es ideal para preparar en cantidad y guardar en la heladera para otro día. Al recalentarlo, queda aún más rico.
 
Un plato bien tradicional, fácil de hacer y lleno de sabor.
Perfecto para disfrutar en familia durante el otoño o invierno. ¡Animate a prepararlo y no te vas a arrepentir!
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