El risotto es uno de esos platos que siempre evocan recuerdos de la abuela, con ese aroma irresistible y la cremosidad única que caracteriza a esta preparación.
Aunque parece complejo, en realidad es muy sencillo y con pocos ingredientes podés lograr una comida abundante, nutritiva y con un sabor casero inigualable.

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Esta versión con verduras es práctica y rápida, ideal para disfrutar en cualquier almuerzo o cena sin invertir demasiado tiempo en la cocina.
Ingredientes
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80 g de arroz (preferentemente común, no el tipo parboilizado).
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1 zanahoria cortada en cubitos.
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1/2 calabaza o zapallo anco cortado en cubos chicos.
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2 vasos de caldo de pollo o verduras.
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50 g de queso rallado.
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1 cebolla mediana.
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Aceite de oliva, sal y condimentos a gusto.
Preparación
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Colocá una olla o sartén amplia al fuego medio con un chorrito de aceite de oliva. Agregá la cebolla picada y rehogala hasta que quede transparente y empiece a dorarse.
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Sumá la zanahoria y el zapallo en cubitos, mezclando bien para que se integren los sabores.
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Incorporá el arroz y revolvé durante un minuto para que se impregne del aceite y los vegetales.
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Agregá de a poco el primer vaso de caldo caliente. Revolvé constantemente para que el arroz vaya absorbiendo el líquido sin pegarse en el fondo.
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Condimentá con sal, pimienta y las especias que prefieras (puede ser orégano, pimentón o nuez moscada).
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Continuá incorporando caldo a medida que el arroz lo vaya necesitando, siempre revolviendo para que libere el almidón que genera la textura cremosa típica del risotto.
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Luego de unos 20 a 25 minutos, el arroz debe estar cocido y cremoso. En ese momento, retiralo del fuego y agregá el queso rallado, mezclando hasta integrar.
El resultado será un risotto suave, con los vegetales bien tiernos y el sabor tradicional que nunca falla.
Consejos:
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El secreto para que el risotto quede con esa textura cremosa es usar un arroz económico, ya que contiene más almidón que los arroces procesados.
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Podés sumar otras verduras como espinaca, arvejas o champiñones para variar la receta.
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Si lo querés más liviano, reemplazá parte del queso rallado por una cucharada de queso crema.
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Siempre usá caldo caliente, ya que si agregás líquido frío, se corta la cocción del arroz.
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Al servirlo, un chorrito de aceite de oliva extra virgen realza su sabor y le da un toque final delicioso.
Este risotto de verduras combina lo mejor de la tradición con un toque práctico y saludable, ideal para tener listo en apenas 30 minutos.
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