El mito de Pomona, la diosa que no quería amar

POMONA Diosa

Pomona, era llamada la diosa romana de los frutos y tambien la diosa de los jardines. Se la denominaba de esa manera  porque se encargaba de proteger la fruta y los árboles frutales, así como los jardines y las huertas.

Además se caracterizaba por ser una diosa con personalidad, detestaba la vida y la naturaleza salvaje. Aún así, Pomona prefería los jardines cuidados y los campos cultivados.

Dicen de ella que era una diosa muy hermosa, de hecho todos caían rendidos antes de su belleza. Sin embargo, Pomona no sentía ninguna atracción por nadie.

Especialmente cuando se le acercaban a cortejarla, rechazaba de inmediato. Normalmente divinidades de la selva como los Sátiros, eran rechazados por la Pomona.

Vetumno y Pomona 

 Según el poeta romano, Ovidio cuenta como la deidad de nombre Vertumno no desistía y persistía en conquistarla a la diosa Pomona, a pesar de que ella se mantenía alejada del mundo y del amor. 

Vertumno, dios de las estaciones y de los árboles frutales, conocía su particular carácter. Sabía que nadie o casi nadie se acercaba a la diosa Pomona, aún así, estaba perdidamente enamorado de ella y no dejaría que nada se alejara de su sueño de conquistarla.

Vertumno era un dios que se transformaba continuamente en personas o seres relacionados con su pasión, por ejemplo: se convirtió en un humilde agricultor. Sin embargo, nada parecía abrir el corazón de su amada.

Hasta que un día se convirtió en una anciana y se acercó con la excusa de felicitarla por las hermosas y deliciosas frutas de sus árboles. Al mismo tiempo, aprovecho para abrazarla y que sienta su corazón.

De esta manera, Vertumno disfrazado de anciana le mostró un olmo enlazado por una vid y le habló del amor de una forma sincera y diferente. La reacción de Pomona fue de mucha atención, sin sospechar para nada que detrás de esa noble anciana estaba su pretendiente más persistente.

Aprovechando la oportunidad de conquistar su corazón, esta deidad le cuenta una historia de amor a la bella Pomona:

• Le relata sobre una joven de nombre Anaxárete procedente de una familia real, que era cortejada por un joven humilde. Sin embargo, terminó con su vida por no resistir al dolor del rechazo de su amada. Pero antes de suicidarse, implora a los dioses una venganza justa. Por lo que, la joven fue castigada por los dioses. Mientras espiaba el funeral del desgraciado joven fue convertida en una estatua de piedra.

Por su parte, la diosa Pomona escuchaba con mucho interés la trágica historia de amor. Luego de un rato, Vertumno deja ver quien es y muestra su rostro a la diosa. Ella con asombro y conmoción por la triste historia, termina aceptando el amor del dios Vertumno.