Sal de hierbas: perfecta para quienes quieren comer más sano
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Sal de hierbas: perfecta para quienes quieren comer más sano

Un condimento casero que realza cualquier plato sin complicarse.

La mezcla combina sal rosa con hierbas secas de uso cotidiano y se prepara en minutos.

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Rinde mucho, aporta aroma fresco y te ayuda a bajar el uso de aderezos pesados sin perder sabor.

Ingredientes

  • 2 cucharadas de sal rosa (entrefina)

  • 1 cucharadita de romero seco

  • 1 cucharadita de tomillo seco

  • 1 cucharadita de albahaca seca

  • 1 cucharadita de orégano seco

  • Opcional: ½ cucharadita de pimienta blanca molida, 1 cucharadita de cáscara de naranja o limón deshidratada y molida

Preparación

  1. Verificá que todas las hierbas estén bien secas; si conservan humedad, extendelas en una placa y secá 10–15 minutos a 80 °C con puerta entreabierta.

  2. Colocá en la licuadora, procesadora o vaso triturador la sal rosa, el romero, el tomillo, la albahaca y el orégano.

  3. Procesá en pulsos cortos de 10–15 segundos para evitar que el calor suba y las hierbas pierdan perfume.

  4. Detenete, raspá las paredes con una espátula y repetí los pulsos hasta lograr un polvo fino y de color verde homogéneo.

  5. Si usás los opcionales, incorporalos ahora y hacé uno o dos pulsos más para integrarlos sin sobrecalentar.

  6. Probá una pizca entre los dedos: si se sienten cristales muy grandes, volvé a pulsar; si la textura te gusta más rústica, dejala así.

  7. Pasá la mezcla a un colador fino y sacudí suavemente para separar el polvo de las escamas más gruesas; podés guardar ambas fracciones por separado (polvo para terminar platos, escamas para marinadas).

  8. Envasá en un frasco de vidrio bien seco y limpio; llená sin comprimir para que no se apelmace.

  9. Etiquetá con fecha y guardá en lugar fresco, seco y oscuro. La mejor potencia de aroma se mantiene entre 3 y 6 meses.

  10. Usá una cucharita seca cada vez que condimentes para evitar que la humedad del vapor ingrese al frasco.

Consejos:

  • Granulometría a gusto: si querés una sal de mesa bien fina, procesá más y colá; para parrilla o hornos, dejá cristales medianos que resistan la cocción.

  • Secado exprés de hierbas frescas: disponé ramitas en una bandeja, 60–80 °C durante 25–35 minutos con la puerta entreabierta; enfriá antes de moler.

  • Equilibrio de sabor: la regla base es 2 partes de sal por 1 parte total de hierbas. Si buscás reducir sodio, invertí la proporción y suma ½ cdita de ajo en polvo para redondear.

  • Usos rápidos: 1 cdita por kilo de papas al horno, ½ cdita para terminar vegetales salteados, una pizca sobre tomates, ricota o palta, y 1 cdita mezclada con 2 cdas de aceite de oliva para pintar pollo, pescado o verduras antes de asar.

  • Marinada básica: 1 cda de sal de hierbas + 2 cdas de aceite de oliva + 1 cda de jugo de limón; 30 minutos de reposo para pollo o zucchinis y 10 minutos para pescados blancos.

  • Conservación impecable: usá frascos chicos, llenalos casi hasta el borde y cerrá bien. Evitá manipular cerca de la hornalla encendida: el vapor humedece y apaga el aroma.

  • Variantes: versión mediterránea (sumá ½ cdita de pimentón dulce), versión picante (¼ cdita de ají triturado), o “verde cítrica” (solo con la cáscara deshidratada opcional).

Un frasco de sal de hierbas a mano cambia la cocina del día a día: realza sabores, ordena la mesa y te permite comer rico con menos esfuerzo.

Guardalo en la alacena y renovalo periódicamente para mantener su perfume al máximo.

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