Cómo hacer Crema pastelera de naranja

Esta versión cítrica de la clásica crema pastelera es ideal para tartas, rellenos de tortas, budines o facturas.

Su sabor suave y refrescante la convierte en una opción distinta y deliciosa.

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Se prepara con ingredientes simples y el resultado es una crema firme, aromática y fácil de manejar.

Ingredientes

Colocá la leche, la ralladura de naranja y la mitad del azúcar en una ollita.
Llevá a fuego bajo y revolvé con cuchara de madera o batidor de mano hasta que esté a punto de hervir.
En un bowl aparte, poné el almidón de maíz, las yemas, el jugo de naranja y el resto del azúcar.
Batí todo muy bien hasta que la mezcla quede sin grumos.
Cuando la leche esté caliente, volcá la mitad sobre la mezcla de yemas mientras batís enérgicamente (esto es para templar los huevos y evitar que se cocinen).
Volcá todo nuevamente a la ollita con la leche restante, llevá al fuego mínimo y cociná sin dejar de revolver hasta que espese, aproximadamente 3 a 4 minutos.
Retirá del fuego, pasá la crema a un recipiente limpio y cubrila con papel film en contacto para que no se forme costra.
Dejá enfriar a temperatura ambiente y luego llevá a la heladera por al menos 1 hora.
Antes de usarla, batila un poco para que recupere su textura cremosa.

Usá jugo de naranja recién exprimido y colado para evitar pulpas o semillas. Si está muy ácido, podés endulzarlo con una cucharadita extra de azúcar.
La ralladura le da aroma, pero asegurate de no rallar la parte blanca de la cáscara para evitar el amargor.
Esta crema es ideal para rellenar masas dulces, piononos, tortas de frutas o incluso comerla sola con cuchara.
Si querés un sabor más suave, podés reducir la cantidad de ralladura a 1 cucharada.
Se conserva en heladera por 3 a 4 días en un recipiente hermético.

Una crema diferente, con ese toque de frescura que la naranja le aporta, ideal para variar y salir de lo clásico sin complicarse.