La mousse es uno de esos postres que nunca fallan: cremoso, liviano y lleno de sabor.
Acá te mostramos cómo hacer dos versiones irresistibles.
Te recomendamos: Cómo hacer estas 2 recetas de Tortas frias ¡Sin horno!
Una receta clásica de chocolate para los más golosos y una versión rápida y sin huevo de mousse de limón, ideal para el verano o cuando tengas un antojo de dulce.
Ingredientes
Para el mousse de chocolate clásico:
-
200 g de chocolate semiamargo
-
3 huevos (separar claras y yemas)
-
2 cucharadas de azúcar
-
200 ml de crema de leche
Para el mousse de limón fácil (sin huevo):
-
1 lata de leche condensada
-
½ taza de jugo de limón
-
1 pote de crema de leche (200 ml)
Preparación
Mousse de chocolate clásico:
-
Derretí el chocolate a baño maría o en el microondas con cuidado. Una vez fundido, dejalo entibiar.
-
En un bol, batí las yemas con el azúcar hasta que la mezcla esté clara y espesa.
-
Incorporá el chocolate derretido a las yemas batidas, mezclando con una espátula.
-
Batí la crema de leche hasta que esté a medio punto (ni muy líquida ni chantilly) y agregala con movimientos suaves.
-
En otro bol, batí las claras a punto nieve y sumalas a la mezcla con movimientos envolventes para no perder el aire.
-
Repartí en copas o vasitos y llevá a la heladera por al menos 2 horas.
Mousse de limón fácil (sin huevo):
-
En un bol, mezclá la leche condensada con el jugo de limón hasta que espese un poco.
-
Batí la crema de leche hasta que tome cuerpo.
-
Incorporá la crema batida a la mezcla anterior con movimientos suaves.
-
Serví en vasitos y llevá a la heladera al menos 2 horas antes de consumir.
Consejos:
-
Para el mousse de chocolate, podés decorar con chips, virutas de chocolate o cacao espolvoreado antes de servir.
-
Si querés un sabor más intenso, usá chocolate con más porcentaje de cacao. También podés agregar un chorrito de café o licor a la mezcla.
-
En la versión de limón, se puede sumar ralladura de limón para potenciar el sabor y darle un toque más fresco.
-
Serví los mousse en copas de vidrio o frascos pequeños para una presentación más linda y práctica.
-
Ambas recetas pueden hacerse con anticipación, lo que las convierte en una excelente opción para tener un postre listo sin apuro.
-
Si querés una textura aún más aireada en cualquiera de las dos versiones, podés enfriar los recipientes antes de montar el mousse.
Dos recetas simples, frescas y deliciosas que te van a salvar cualquier comida. ¡Elegí tu favorita y disfrutá!