Adéntrate en un universo de sabores clásicos con nuestra irresistible receta de Maicena y Leche. Este postre, simple y exquisito, no solo satisface el paladar, sino que también te sumerge en la calidez de la cocina tradicional.
En cada bocado, encontrarás la dulzura reconfortante que solo un postre casero puede brindar. Con ingredientes comunes y pasos fáciles, te invitamos a disfrutar de una experiencia culinaria que evoca recuerdos y deleita los sentidos.

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Ingredientes
- 1,5L de leche entera.
- 70 g de Maicena (Almidón de maíz).
- Azúcar al gusto.
- 3 Clavos de olor.
- 1 cucharada de esencia de vainilla.
Preparación
- Comienza este viaje culinario mezclando en una olla la leche entera y la Maicena (o harina común) para evitar grumos, creando una base suave y cremosa.
- Añade azúcar al gusto mientras mezclas constantemente, personalizando el nivel de dulzura según tus preferencias, dando un toque personal a cada porción.
- Incorpora los clavos de olor y la esencia de vainilla, infundiendo a la mezcla un aroma irresistible que anticipa la delicia que está por venir.
- Cocina a fuego medio, revolviendo para evitar grumos, hasta lograr la consistencia deseada. Este proceso cuidadoso asegura una textura perfecta en cada cucharada.
- Retira los clavos de olor con delicadeza, permitiendo que los sabores se mezclen de manera armoniosa sin dominar el paladar.
- Vierte esta mezcla celestial en recipientes individuales, creando porciones perfectas que aguardan ser degustadas con cada cucharada.
- Deja que el postre alcance temperatura ambiente antes de refrigerarlo, permitiendo que los sabores se asienten y se intensifiquen.
- Después de un merecido reposo en el refrigerador, sirve este postre de maicena y leche, deleitándote con su cremosidad reconfortante y sabores que te transportan a la niñez.
Con unos simples pasos, has creado un postre que no solo evoca la esencia de lo tradicional, sino que también se convierte en un lienzo de recuerdos.
Perfecto para culminar una comida o para un antojo espontáneo, esta receta te invita a disfrutar la simplicidad y el placer que solo un postre casero puede ofrecer.
¡Deleita tus sentidos con cada cucharada!