La leche de coco es un ingrediente delicioso y versátil que se utiliza en una gran variedad de recetas, desde curris hasta postres y bebidas.
Aunque puedes encontrarla fácilmente en tiendas, hacerla en casa tiene muchas ventajas: es más fresca, más natural y, lo mejor de todo, puedes ajustarla a tus gustos.
Además, preparar leche de coco casera es más fácil de lo que piensas, y lo mejor es que solo necesitas unos pocos ingredientes. ¡Vamos a ver cómo hacerlo!
Ingredientes:
- 1 coco fresco (o 2 tazas de coco rallado seco)
- 4 tazas de agua caliente
- Opcional: endulzante al gusto (como azúcar, miel o stevia)
Paso 1: Preparar el coco
Si decides usar un coco fresco, primero debes abrirlo. Con un martillo o un objeto pesado, golpee el coco en el centro hasta que se rompa.
Luego, retira el agua del coco, ya que la usaremos en la preparación. Una vez que el coco esté abierto, utilice un cuchillo o una cuchara para sacar la carne del coco de la cáscara.
La carne debe estar firme pero suave, y puedes cortarla en trozos pequeños para facilitar el proceso de licuado.
Si prefieres una opción más rápida, puedes usar coco rallado seco, que es fácil de conseguir en tiendas de alimentos naturales. En este caso, no necesitas abrir un coco, y el proceso será más directo.
Paso 2: Licuar el Coco
Coloque los trozos de carne de coco (o el coco rallado seco) en una licuadora. Agrega las 4 tazas de agua caliente al vaso de la licuadora.
La temperatura del agua ayuda a extraer mejor el sabor y la grasa del coco, lo que le dará una textura rica y cremosa. Licúa todo a alta velocidad durante unos 2-3 minutos, hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
Paso 3: Colar la Leche de Coco
Una vez que la mezcla esté lista, necesitas colarla para separar la leche de los restos sólidos del coco. Para hacerlo, puedes usar una tela de muselina, una bolsa para leches vegetales o un colador fino.
Coloque el colador o la tela sobre un recipiente grande y vierta la mezcla de coco licuado. Exprime bien con las manos o usando una cuchara para obtener toda la leche posible.
El residuo que queda en el colador es lo que se llama «pulpa de coco». No la tires, ya que puedes usarla en otras recetas como batidos, galletas o incluso para hacer coco tostado.
Si prefieres una leche de coco más espesa, puedes volver a licuar la pulpa con un poco más de agua y colarla nuevamente.
Paso 4: Endulzar (Opcional)
Si te gustaría que tu leche de coco tenga un toque dulce, puedes agregar un endulzante al gusto. Agrega azúcar, miel o cualquier otro endulzante natural que prefieras.
No es necesario agregar mucho, ya que la leche de coco ya tiene un sabor natural.