El estofado de cerdo es uno de esos platos que nunca pasa de moda. Es una receta clásica que podés preparar en cantidad, guardar en la heladera y disfrutar en cualquier momento.
Si bien su preparación es simple, el resultado es un plato lleno de sabor, con carne tan tierna que se deshace en la boca.
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Esta receta es ideal para esos días en los que querés comer algo rico sin pasar horas en la cocina.
Ingredientes
- 1 kg de carne de cerdo
- Sal a gusto
- 1 cucharadita de pimienta negra molida
- 3 hojas de laurel
- 6 granos de pimienta de Jamaica (pimienta dulce)
Preparación
- Antes de empezar con la cocción, es fundamental preparar bien los frascos donde vas a conservar el estofado. Lavá bien los frascos y las tapas, y luego ponelos en agua hirviendo durante unos 5 minutos. Esto asegura que estén esterilizados y que el estofado se conserve en perfectas condiciones.
- Cortá la carne de cerdo en trozos medianos, aproximadamente de unos 3-4 cm. Es importante que no sean demasiado pequeños para que mantengan su jugosidad durante la cocción.
- Poné la carne en un bol grande y agregá sal y pimienta negra molida. Mezclá bien para que todos los trozos queden bien sazonados. Este paso es clave para que el sabor penetre bien en la carne durante la cocción.
- Colocá los trozos de carne en los frascos, presionando un poco para que queden bien compactos, pero sin aplastarlos demasiado. Agregá una hoja de laurel y algunos granos de pimienta de Jamaica en cada frasco. Es importante dejar un espacio de aproximadamente 1,5 cm desde el borde del frasco para que la carne pueda cocinarse bien sin que los jugos se derramen.
- Cubrí los frascos con papel de aluminio para que no pierdan humedad. Precalentá el horno a 170°C y colocá los frascos dentro. Es importante estar atento cuando los jugos de la carne comiencen a hervir. En ese momento, bajá la temperatura del horno a 110°C y dejá cocinar por unas 2 horas y media. Esta cocción lenta es lo que le da al estofado su textura tan tierna y jugosa.
- Una vez pasado el tiempo de cocción, apagá el horno y dejá los frascos adentro por unos 30 minutos más, para que se enfríen lentamente. Luego, retiralos y cerralos con sus tapas. Una vez sellados, podés guardarlos en la heladera y disfrutar de tu estofado en cualquier momento.
Consejos:
- Calidad de la carne: Para obtener un estofado realmente sabroso, te recomiendo que elijas una carne de cerdo que tenga un poco de grasa. Esto le dará más sabor y hará que la carne sea aún más tierna.
- Almacenamiento: Este estofado se conserva muy bien en la heladera por hasta dos semanas, gracias al proceso de cocción y sellado. Si querés guardarlo por más tiempo, podés congelarlo sin problemas.
- Variedad de especias: Si te gusta experimentar con sabores, podés agregar otras especias como tomillo o romero al estofado. Solo tené en cuenta que algunas especias, como el laurel, pueden amargar si se utilizan en exceso, así que usalas con moderación.
- Acompañamientos: Este estofado es muy versátil y podés acompañarlo con puré de papas, arroz, o incluso con una buena porción de pan casero. La clave está en disfrutarlo con lo que más te guste.
El estofado de cerdo es una de esas recetas que vale la pena tener en tu repertorio culinario.
No solo es delicioso, sino que además podés prepararlo con anticipación y tenerlo listo para esos días en los que el tiempo apremia.
Con estos pasos, lograrás un estofado perfecto, lleno de sabor y con una textura que se deshace en la boca. ¡Animate a probarlo y sorprendé a tu familia con un plato clásico y reconfortante!